Pues ya está... Esta noche he puesto final a diez años en los que he sido fiel seguidora de Harry Potter. Ha sido impresionante ver cómo la gente despedía con lágrimas y sollozos al que ha sido nuestro compañero durante nuestro crecimiento y evolución como seres humanos.
Jamás en una sala de cine había visto a tanta gente llorando, pero la ocasión lo merece... Mis ojos ya están secos y por mucho que lo intentara no creo que pudiera echar una lágrima más... Las he gastado todas.
Ha sido un placer para mí leer, ver y seguir tan fielmente una saga tan fantástica como la que ha creado J.K.Rowling. Sus libros y las correspondientes películas pasarán a la historia y, aunque ya haya finalizado, nuestros hijos podrán convertirse en nuevos fans de Harry Potter, con la diferencia de que ellos nunca vivirán la emoción que se siente cuando se aproxima la fecha de lanzamiento de la siguiente entrega, o cuando empiezan a anunciar el tráiler de lo que será la siguiente película... Eso ya nadie nos lo va a quitar. Podremos decir que vivimos en los tiempos de Harry Potter, que sufrimos con cada pérdida importante y que no escatimamos en lágrimas para despedirle.
Grande Harry Potter, grande Lord Voldemort... Y por supuesto, grande J.K.Rowling, porque sin ella no hubiera sido posible.
Adiós Harry Potter.
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