sábado, 18 de febrero de 2017

Sorpresas te da la vida

Bueno, otra vez he dejado pasar mucho tiempo desde la última vez que escribí en el blog y creedme que no me lo perdono. Sin embargo, tengo una justificación: la salud. Sí, eso que pedimos en Navidad cuando no nos toca nada en los sorteos o lo que decimos tener, pero luego te das cuenta que no es así. 
Ya no sólo me está afectando a mí, también a alguien importante de mi familia. Con esto no quiero causar pena, sólo pedir paciencia. A causa de estos problemas de salud me he apartado momentáneamente de la escritura, Prometo volver con más fuerza en cuanto todo empiece a solucionarse. 

¿Qué estoy aprendiendo con esto? A valorar las cosas. Te pones a pensarlo y no somos nadie. Estamos preocupados a diario por cosas que en realidad no tienen importancia, pero te das cuenta cuando la falta de buena salud te acecha. A su vez, te pones a pensar lo importante que es cumplir tus sueños y aunque ahora esté en una pausa pienso volver con más fuerza, con más garra, con más experiencia. Todo esto sirve para crecer, adquirir nuevos conocimientos, y si todo eso lo consigues convertir en algo positivo será una guerra que hayas vencido. 

Sí, lo sé, este post es un poco filosófico pero así estoy hoy. No me lo tengáis muy en cuenta ;)

¿En resumen? Vivid con un objetivo, luchad por cumplirlo y si alguna enfermedad se interpone en vuestro camino, hacedla a un lado mientras vuestros deseos se hacen realidad. Nunca os vengáis abajo, que una enfermedad (sea cual sea) no os aparte de vuestro objetivo. Hemos venido a este mundo no para temer, sino para vivir. 

Hace mucho tiempo le recité a una persona muy especial un proverbio chino, cuando yo creí que más lo necesitaba. Y di en el clavo: "el que teme sufrir ya sufre el temor". Así pues, no temáis, no sufráis, VIVID.

Nos vemos muy pronto, amigos.