miércoles, 12 de septiembre de 2012

D.E.P Volante

Buenos días a todos mis lectores, aunque no sé si es el comienzo idóneo para mi entrada.
Hace muchísimo tiempo que no escribo en mi blog personal y es que no tengo casi tiempo para hacerlo. Pero hoy he decidido reanudar mi actividad hablando de un tema que está a la orden del día y que afecta no sólo a humanos, sino también a animales. De nosotros y de nuestra lucha dependen muchos seres vivos. Efectivamente estoy hablando de lo que los tordesillanos denominan como "fiesta", esa en la que se lancea a un toro y se le tortura hasta su último aliento, esa a la que llaman "Toro de La Vega".
El último toro en sufrir la ignorancia y la estupidez de dicho pueblo se llama Volante, o se llamaba... Porque falleció cuando debería haber sido indultado. ¿Por qué? Según algunas fuentes que vieron la sangrienta matanza aseguran que se cometieron diferentes irregularidades en el "festejo". Increíblemente tienen sus propias normas (cuando deberían aplicarse algunas a ellos mismos) y consisten en que el toro no puede ser lanceado por dos personas al mismo tiempo (cosa que se incumplió), que no puede ser lanceado fuera de los límites establecidos (cosa que también ignoraron) y que el toro debe ser indultado cuando alcanza un punto concreto del recorrido (cosa que logró y aún así le asesinaron). Por todo esto declararon al toro nulo, sin proclamar un "ganador" (un salvaje de entre tantos). Y no satisfechos con lo que le habían hecho a Volante solicitaban a gritos otro toro al que lancear para poder proclamar un "ganador". ¿No les parece suficiente aberración lo que han hecho con Volante? Y aún hay gente orgullosa hablando delante de las cámaras contando lo orgullosos que están de su pueblo y de su "fiesta", diciendo que si no hay toros no hay nada... ¿Perdone? Si no existieran los humanos tampoco habría nada... ¿Y por eso deberíamos lancear también a los humanos (aunque algunos se acercan más al término "bestia" que al "humano")?. Si no existieran los bosques tampoco habría nada... ¿Y por eso deberíamos arrancarlos todos y acabar con la vegetación? Desde aquí le digo a esa señora que sus palabras no tienen argumentos, que están llenas de ignorancia, que es una salvaje y una inhumana.
La impotencia que siento durante éstos días no puede medirse con palabras e "impotencia" tampoco hace justicia a lo que siento. Que en pleno siglo XXI aún existan ese tipo de "festejos", propios de la Edad de Piedra... Hacen que sienta vergüenza ajena de mi propia raza. Odio que adornen Tordesillas con banderas españolas, porque esa "fiesta" no representa a todo el país ni estamos todos contentos de que la celebren. Se creen muy valientes por acabar con la vida de un animal indefenso, al que marean, torturan y humillan hasta su último suspiro. Se creen muy valientes por ir todos en manada (porque realmente son bestias, no humanos) a acabar con un ser vivo al que creen inferior. ¡Que se enfrenten a él uno por uno, individualmente, veríamos qué raza sería más fuerte!
Deseo con todas mis fuerzas poder celebrar el día en que consigan prohibir la "fiesta", en que alguien lo suficientemente valiente les diga que no son superiores a nadie y que por encima de ellos está la justicia, la sociedad, y que ambos han hablado. Sueño con un país en el que tratemos a otros seres vivos como iguales y no montemos un espectáculo del sufrimiento de otras criaturas.
Desde aquí rompo una lanza por Volante y por todos los seres vivos que anteriormente han sufrido la ignorancia de ese pueblo. Os invito a vosotros a hacer lo mismo, seguir el tema en las redes sociales, apoyar la labor que están haciendo las protectoras y los defensores de los derechos de los animales para que podamos acabar de una vez con esta salvajada. A ver si para el año que viene lo hemos conseguido y podemos salvar más vidas.
Un saludo a todos queridos lectores. ¡¡TORDESILLAS, ASESINOS!! 

miércoles, 13 de junio de 2012

La vida a veces no es justa

Hoy me he levantado con ésta frase en la cabeza, aunque lo llevo haciendo desde varias semanas atrás. Me despierto por las mañanas y al ver la gente que me acompaña, y que no me acompaña, en mi día a día me doy cuenta de que la vida no es justa. Ella misma decide cuándo una persona debe irse y cuando una persona debe regresar, los motivos no le importan... No importa si duele o no, lo hace y punto.
Sin embargo, a pesar de la época vivida y las pérdidas sufridas, he recuperado a mi hermana y a mi sobrino... Eso es algo que no se puede medir con palabras. Da igual el motivo por el que estén conmigo, lo importante es que están a mi lado día tras día, veo crecer a mi sobrino y me quiere más a cada minuto que pasa.
Mi reflexión es que todo tiene su lado bueno aunque al principio no podamos verlo. Sólo hay que tener paciencia para encontrarlo y consolarnos con ello.
Hoy tengo ganas de emprender nuevas aventuras con mis historias así que reanudaré mi proyecto literario. Quiero desarrollar minuciosamente los personajes de mi nueva saga.
Un beso a todos y que paséis buen Miércoles.
PD: ¡Esta noche final de Los Protegidos! ¡Yo no me lo pierdo! :)

lunes, 16 de abril de 2012

Con ánimos de seguir

Por suerte para mí, estoy viviendo una de esas semanas en las que tienes ganas de hacer cosas nuevas, de arriesgar y de continuar luchando contra los duros golpes que te da la vida a veces... Sin embargo, tengo que darle las gracias por haberme descubierto un camino tan hermoso y bello para mí como lo es la escritura. Si no fuera por lo que escribo mi mente no pararía de darle vueltas a las cosas y escribiendo me mantengo distraída.
He acabado la trilogía de "Lágrima Hechicera" y pretendía descansar unas semanas o incluso meses, ya que hasta la publicación de las obras pasará algún tiempo... Pensé que hasta entonces podía descansar, dedicar mi tiempo a cuidarme, a darme todos los caprichos que me apetecieran... Y sin embargo no he podido evitar ponerme con mi siguiente saga, "Tierra Infernal". Porque he descubierto que soy más feliz así :)

martes, 24 de enero de 2012

Reflexión sobre la vida

Hoy me acuerdo mucho de ti, papá, porque hoy hace dos meses que mantuvimos nuestra última conversación. Nos dijimos tantas cosas... Pero me faltó la más importante... A pesar de ello y sorprendentemente, hoy estoy reflexiva... Hoy es uno de esos días en los que analizas la vida, lo que has vivido, lo que vives y lo que te falta por vivir... Y, aunque sé que será sin ti, no estoy tan deprimida como otros días. La vida ha sido injusta contigo y con las personas que te querían... Es muy difícil ver como una persona se va, teniendo tantas cosas por vivir y por hacer... También es muy complicado para los que se quedan, seguir con sus vidas como si nada hubiera pasado. Nos vemos en la obligación de levantarnos para continuar con nuestros empleos, pagar facturas que antes nos parecían un problema... ¡Qué irónica es la vida! ¡Qué insignificantes son ahora los pequeños detalles de los que antes hacíamos una montaña! Mis problemas ahora son mis pasatiempos... Nada merece la pena porque todo tiene remedio en ésta vida.
No estoy optimista, pero tampoco tan pesimista como otros días. Sueño contigo y sé que esa es tu manera de comunicarte conmigo. El sueño es ese camino que se utiliza para decir todo lo que no se pudo o para lo que no hubo tiempo. No os podéis hacer una idea de lo que me tranquiliza escucharle hablar en mis sueños, dedicarme palabras que quiero oír, animarme a seguir con mis proyectos...
Jamás pensé que pudiera tener miedo de algo, excepto del vacío infinito, pero me he dado cuenta de que no es así. Ha crecido en mí el miedo a que suene el teléfono y tener que cogerlo... El miedo a la noche, el periodo de tiempo comprendido entre el acostarse y el dormirse... Ese tiempo se hace tan eterno y piensas en tantas cosas... Tengo miedo a dormirme, porque temo despertarme con una mala noticia en mitad de la noche... Tengo miedo de no volver a ser la misma, de no ser capaz de presentar mis próximos libros si no está él. La vida ha sido tan injusta... Tenía un corazón tan grande que no le cabía en el pecho y. aún así, la vida no le dio la oportunidad de despedirse de todos sus seres queridos.
Quizá por eso, los problemas que antes me parecían importantes, ahora son insignificantes... Porque debemos sentirnos afortunados por cada amanecer que podemos disfrutar, por cada segundo que podemos pasar con nuestras familias y amigos, por seguir aquí.
Espero que ésta reflexión dure lo máximo posible en mi mente...
Te quiero, papá.

domingo, 15 de enero de 2012

Te quiero, papá

Hasta hoy no he tenido valor de escribir en mi blog por la pésima situación sentimental en la que me encuentro... Quería dedicarle una entrada a la persona que más me ha apoyado en este mundo, la que más ha creído en mi y, probablemente, la que más me admiraba, mi padre. Para nuestra sorpresa y desgracia, falleció el 26 de Noviembre, cuando "disfrutaba" de mis vacaciones. Nadie esperaba tal noticia pues se encontraba mejor que nunca, tanto de salud como de ánimo. Le quería tanto... Y él estaba tan orgulloso de mi...
Jamás podré expresar con palabras el dolor que sentí al enterarme de lo que le había sucedido...
Cuando ves a otros familiares irse, nunca piensas que te puede tocar tan cerca. Era una persona tan buena y humilde que le creía inmortal. Nunca imaginé que pudiera ocurrir tal fatalidad. Nunca imaginé cómo sería mi vida sin él, porque veía ese momento mucho más lejos... Le imaginaba acudiendo a la presentación de mi segundo libro, a los nacimientos de sus futuros nietos, al día de mi boda... Y ahora todo eso se ha ido por la borda. Todos los planes que tenía con él se han ido al traste. Sólo de pensar que él quería proponerme hacer un viaje juntos a Málaga y que yo iba a proponerle hacerlo a Madrid, justo la noche anterior de que él falleciera... Me llena de tristeza.
Lo único que me sirve de consuelo es que estaba contentísimo con el comienzo de mi carrera como escritora, que había cumplido todos sus sueños, que había hecho todos los viajes que le habían apetecido y que había llegado a conocer a algunos de sus nietos...
Lo que más rabia me da es que, aunque no haya sido el cáncer el causante de su fallecimiento, sí ha sido el desencadenante, porque si hubiera tenido sus dos pulmones no le hubiera pasado nada... Pero el cáncer le quitó uno y eso acabó afectándole a la hora de la verdad... Por eso quiero que se encuentre una cura para ésta enfermedad que se lleva tantas vidas. Si a lo largo de mi vida puedo aportar algo para que eso suceda, lo haré... Por ti, papá. Te quiero. No te olvidamos.