Por fin he podido disfrutar de un Domingo tranquilo, sin horarios ni trabajo. He podido disfrutar de la naturaleza, estar horas y horas sin pensar en otra cosa que no fuera descansar. He dejado que mi cuerpo flotara en el agua y es una pasada lo que puede llegar a relajar algo tan simple como eso.
Ahora voy a poder afrontar la semana con mucha más energía y felicidad, porque cada vez falta menos para que salga a la venta la edición en papel de mi primer libro, y también falta menos para la presentación...
Un beso.
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